Con ocasión de la celebración del Día Internacional de las Mujeres del 8 de marzo, este año la Comisión de Igualdad y Violencia de Género del ICASBD ha querido homenajear a las mujeres con un ciclo de entrevistas denominado "Mujeres empoderadas y su ámbito laboral". A continuación podéis acceder al contenido de la primera entrevista, realizada a Lidia Lázaro Hinojosa, mujer trans y conductora de autobuses. Esta entrevista se publica también en conmemoración del Día Internacional de la Memoria Trans, celebrado el pasado 30 de marzo.
Podéis leerla a continuación:
Yo entré a trabajar con la mitad de las horas declaradas, con una jornada inferior a 8 horas, y no dándome la oportunidad de conducir un vehículo de grandes dimensiones, permitiéndome tan solo al inicio la conducción de microbuses.
Curiosamente, a los 15 días de entrar yo a la empresa, se contrató a un hombre, él entró a jornada completa, conduciendo un autobús de 12 metros. En ese momento yo pensé que la diferencia se debía a que él tuviera más experiencia que yo. Se lo comenté a mi jefe y éste se ofendió, sin dar explicaciones.
Si bien es cierto que existen mujeres a las que, si se les ofrecen mejoras, previamente han tenido que trabajar mucho, ganarse la confianza del jefe, cosa que, al hombre por el hecho de ser hombre, ya se le presuponen las aptitudes, sin que tengan que demostrar su valía.
En las generaciones más jóvenes se nota que para ellos está más normalizado, lo digieren todo mucho mejor, con relación al machismo, a la homofobia, racismo y otras discriminaciones estamos mejorando.
Como conductora no. Pero en otro trabajo anterior sí que me han ofrecido ascensos a cambio de mantener relaciones sexuales.
Sí, en especial conozco a una mujer que la encerraron en la oficina y pusieron el pestillo.
No lo he vivido. Para mí la mujer es una construcción social, es una posición que se impone, no naces mujer. Si naces y te comportas como una mujer, eres mujer.
Yo nunca he dicho en el trabajo que soy mujer trans, por lo tanto, no he sentido discriminación por ello.
Pero puedo explicar una anécdota sobre la discriminación trans. En la empresa de autobuses había una compañera que tenía una hija trans y como a veces venía al lugar de trabajo de su madre, sí que he oído comentarios despectivos hacia ella, como por ejemplo “antes era un tío” por parte de mis compañeros. La situación era muy violenta porque los hacían delante de mí.
Claro que sí, mi vida sería un infierno si por haber nacido transexual, tuviese problemas laborales.
Nacer con un físico que no te corresponde, luchar para llevar una vida normal y lograr equiparar mi cuerpo al de una mujer cis, ya ha sido muy duro.
Soy más feliz en el trabajo si no explico mi transexualidad.
Para mí es obligatorio, no concibo la vida sin feminismo. Cuando la gente dice que no es ni feminista ni machista está diciendo una estupidez. El feminismo es una reclamación de derechos y creo que los hombres deben luchar por el feminismo igual que las mujeres.
El feminismo no es solo para las mujeres y no solo para las mujeres que tienen vagina, porque no todas tienen. Por eso no puedo entender cómo las TERF (feministas trans excluyentes) nos excluyen, porque como mujer trans sufres el doble.